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En nuestro trigésimo sexto programa, repasamos la actualidad, comentamos las nuevas fechas para las próximas sesiones del club de lectura y nos acercamos un poco más a «El demonio de Próspero». Bueno, o a lo que hay más allá de Próspero. Y es que los demonios han formado parte de nuestra cultura y nuestra tradición judeocristiana desde el principio.
Los demonios
El término, demonio, viene del griego bizantino daimónion. Son espíritus del mal, ángeles rebelados, caídos, aunque, en la antigüedad, a veces se utilizaba el término para definir un genio o ser sobrenatural, como en El demonio de Sócrates.
En todos los medios de arte han sido representados, y desde la tradición oral hasta el cine aún nos siguen fascinando y aterrando. Buscan subyugar al hombre en la eterna lucha del bien y del mal, alimentarse de su dolor, fomentar el pecado… Pero no estamos solos contra semejantes criaturas del mal.
Exorcismos
Estos espíritus malignos pueden ser expulsados mediante la práctica de un exorcismo (exorkismos, griego: obligar mediante juramento). Ya sea de un lugar o de un cuerpo poseído, el ritual del exorcismo supone una herramienta tan terrible como peligrosa, tan eficaz como dañina, para vencer o expulsar a los demonios.
En nuestro imaginario tenemos las largas horas de oración y velo de las víctimas de una posesión, e incluso el ayuno. El uso de agua bendita, crucifijos, reliquias santas y otros objetos para repeler a los espíritus inmundos. Y es que, en los santos evangelios, se relatan hasta siete casos específicos de posesión.
A lo largo de la historia, han surgido varios libros específicos para el exorcismo, con fórmulas, oraciones y prácticas rituales para los demonios. El primero es el Statua Ecclesiae, de finales del año 500, luego el conocido Malleus Malleficarum (J. Sprengurus) de 1494, el Flagellum Daemonium (V. Polidorus) de 1606 y el Manuale Exorcistarum (C. Brognolus) de 1720.
Pero nuestro objetivo no es este tipo de literatura. Tampoco vamos a entrar en los criterios para discernir un exorcismo. Ni los primeros pasos de un ritual de exorcismo. Queremos hablar de los exorcismos en la literatura.
Los exorcismos en la literatura
Vamos a repasar varias publicaciones que han marcado la literatura. Como veremos, algunas han traspasado el papel para estar en la gran pantalla, con un impacto tal que hasta nuestros días seguimos recordándolo como todo un hito. Vayamos uno a uno.
El exorcista, de William Peter Blatty
Y líbranos del mal, de Marcos Nieto Pallarés
La semilla del diablo, de Ira Levin
Memorias de un exorcista, de José Antonio Fortea
El Demonio de Próspero, de K. J. Parker
Actualidad
Charlamos sobre actualidad y lo que más fuerte está sonando ahora: la próxima serie ambientada en el universo de Tolkien. Charlamos sin pretensiones y os preguntamos si queréis que vayamos comentando lo que se va conociendo sobre ella.